Opinión

Día del Trabajador
*Por Héctor Recalde


Desde el año 1889 se celebra en la mayoría de los países, el 1º de Mayo como el Día del Trabajador en homenaje a los Mártires de Chicago que luchaban por la limitación de la jornada de trabajo a 8 horas diarias bajo la máxima “ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”.


Los obreros asesinados en Mayo de 1886 por la represión policial con motivo de la huelga en la fábrica de maquinaria agrícola McCormik y en la movilización del día siguiente en la llamada “Revuelta de Haymarket”, y los condenados a prisión y a muerte en la horca en una farsa de juicio en que se les imputaba responsabilidad penal, son homenajeados cada 1º de Mayo.

El transcurrir de los años mantuvo el espíritu de la conmemoración de aquellos trabajadores, y agregó matices dignos de mención.

El 1º de Mayo es una jornada reivindicativa de la lucha trabajadores por el reconocimiento de sus necesidades y la consagración de derechos, y contra la explotación.

También es la celebración del ser, y saberse, trabajador; y como tal integrante de un sujeto colectivo en el que se tiene sentido de pertenencia.

En nuestro país, desde el primer gobierno del General Perón, la celebración, sin dejar de conmemorar a los mártires, adquirió carácter festivo. El 1º de Mayo es la fiesta de los trabajadores, el día en que todos exteriorizan ser y sentirse compañeros.

En nuestra historia han transcurrido variados 1º de mayo. Aquellos que, como decía Eva Perón, fueron “triste celebración de los trabajadores oprimidos... gritos con los puños crispados frente a las puertas de la Casa de Gobierno”, y otros que fueron la fiesta magnífica en que los trabajadores manifestaron el saberse protagonistas de procesos políticos que los reconocían como sujeto de la historia.

Veinte años atrás, en 1991, el 1º de Mayo encontraba a los trabajadores luchando contra la flexibilización laboral, los contratos basura y la pérdida de miles de puestos de trabajo que se venían detrás de las privatizaciones, y la eliminación o reducción de las indemnizaciones.

Diez años atrás, en 2001, el 1º de Mayo encontraba a los trabajadores denunciando la Ley 25.250 (que Hugo Moyano inmortalizó bajo el nombre “Ley Banelco”) que seguía degradando sus derechos ya degradados durante toda la década precedente, luchando contra las rebajas de sueldos y jubilaciones que se imponían tanto por decreto como por voluntad patronal, y contra los índices de desocupación, subocupación y empleo en negro más trágicos de la historia argentina.

Este 1º de Mayo encuentra a los trabajadores siendo partícipes principales del modelo de desarrollo nacional, en un país en crecimiento permanente, con restablecimiento progresivo de derechos laborales, y con recuperación del poder adquisitivo tanto por las políticas públicas como por la actividad de sus representaciones sindicales.

También con reconocimiento a la dignidad del trabajo, con creación de puestos de trabajo (aún durante la crisis económica internacional más severa en 80 años), con una más equitativa y justa distribución de la riqueza, y con disminución permanente de los índices de desocupación, subocupación y trabajo no regulado.

También saben que falta, que quedan asignaturas pendientes, pero son conscientes -porque nuestra historia lo demuestra- que no existen conquistas irrevocablemente adquiridas. Que es necesario seguir defendiendo el país que estamos consiguiendo y profundizar este modelo; que este es el sendero que hay que seguir transitando en el sentido comenzado en Mayo de 2003 por el ex presidente Néstor Kirchner.

Por eso la alianza estratégica de la C.G.T. con el gobierno nacional que, no obstante los cotidianos ataques para destruirla que provienen de los centros de poder económico, es indestructible.

Los jóvenes, que años atrás veían la única salida en el aeropuerto de Ezeiza, hoy saben que su futuro está en nuestro país, que estamos reconstruyendo un país para ellos y sus hijos. El crecimiento y actividad de la juventud sindical y la juventud política -y sus pasos en conjunto- demuestran la verdad de la afirmación.

Este 1º de Mayo será un día de fiesta, y el acto convocado por la CGT para el viernes 29, tendrá una concurrencia masiva porque es preciso apoyar el modelo que representa nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, frente a quienes quieren volver la historia hacia atrás.

*Héctor Pedro Recalde es diputado nacional por el Frente para la Victoria (FPV); abogado de la CGT y del gremio de Camioneros.

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