Opinión
Medicina Prepaga: cuando la demora muestra otras intenciones

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*Por Osvaldo Bassano


Hace varios años que se esta discutiendo una norma que es de vital importancia no solo económica y social, sino para la salud y la vida de las personas. Es decir que en décadas la salud y la vida de las personas ha quedado en manos de inescrupulosos economistas y estudiosos del sistema de la “ECUACION FINANCIERA” y no en manos de médicos y sanitaristas. Lo mas vergonzoso es que en el ultimo año muchas personas que se adhirieron al sistema debieron terminar sus días abandonados y sin atención que significo la propia vida. Lo mas lamentable es que a pesar que se viene discutiendo el mismo proyecto desde hace mas de 4 años y que hasta se logro sacar artículos en la Cámara de Senadores que benefician a muchas empresas del sector, se continua con la temática que no se discutió el proyecto. Se culmina con el agraviante hecho real y sin otra significancia que a) se utiliza la salud y la vida de personas como cambio de politiqueros baratos e inescrupulosos b) sospechosos pedidos de mas discusión del proyecto, tiempos que la salud de las personas no puede esperar, c) se permite frases que lindan con “La Insolventa Fraudulenta” y el “Terrorismo Mediático” invocando mentiras como que se van a fundir las Entidades Financieras de la Medicina Prepaga. Es alarmante que políticos y empresarios continúen sosteniendo conceptos que lindan la mentira: a) Las empresas de Medicina Prepaga, como funcionan hoy, son un magnífico negocio financiero, b) Para estas empresas la atención de la salud es un punto secundario, c) los altos ingresos que mantienen estas empresas lo utilizan como un negocio inmobiliario, como contracara de la pobre prestación que realizan y la fastuosidad de sus inversiones inmobiliarias, en contra de las atenciones de sus usuarios, d) recaudación no prestación, e) Hasta negar a un enfermo su atención solo por su avara ecuación financiera, f) La compra de sanatorios y sistemas de salud y farmacopea, con los ingresos, representa la influencia directa e indirecta e intervención en todo el sistema de salud, g) Incumplimientos del Plan Médico Obligatorio, h) Aumentos de cuotas que representan un incremento de mas de 2 veces las expectativas inflacionarias mas fuertes. Estos y otros importantes puntos que el proyecto trata, nos obliga ha hablar de un cambio de Paradigma que representa que el tema se comience a ver desde el usuario del sistema y no de la ganancia de la empresa. La salud no se puede ver como una ecuación financiera, culmina por ser inmoral y al fin crea una situación incompatible con el valor constitucional del mismo. Los innumerables fallos que se han dictado, dejaron constancia que es un servicio público. El mismo debe ser prestado obligatoriamente y la decisión es solo del Estado, que somos todos y no de la ecuación financiera de las empresas. Ello demuestra que el sistema y su funcionalidad son organizados sobre la ganancia y no la atención necesaria del usuario. Molesta el cambio de paradigma por ello es importante que toda la sociedad sepa distinguir entre quienes piensan en la persona y quienes sospechosamente piensan en otra cosa que precisamente no es el servicio público a que nos referimos. Muchos consumidores sospechan fuertemente de la clase política.
O no entienden (cosa por el que estamos pagando salarios a gente de poca monta intelectual, o aceptamos que el tema ni les importa o no lo comprenden) o directamente están siendo influenciados por alguien mas, con intereses que no son los de la Nación. Porque los derechos de las personas son de alto interés ciudadano, así como respetarlos con una rápida acción que termine con la falta de regulación. Que lo ignoren los empresarios, puede hasta entenderse, pero los políticos del Congreso que cobran sueldos de la Nación, no es posible aceptarlo. Recordemos quien apoya a los usuarios y consumidores que somos todos, así como quienes no piensan en nuestros intereses que son los de la Nación toda.
*Presidente de ADDUC, Asociación de Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores

 
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