Opinion
La Justicia llegó finalmente
*Por Gabriel Monzón
Se desenmascaran aquellos que, disfrazados de demócratas, son desnudados porque, simplemente, la verdad es más fuerte.
Luís Abelardo Patti, represor y asesino, lobo que se puso la piel de cordero para seguir devorando fue desvestido, mostrado, condenado.
La sociedad avanza con pie firme y seguro. Amparados todos por un Estado con un Gobierno que demostró y demuestra que las Garantías existen. Por más que nostálgicos del pasado crean que pueden volver. Y con el compromiso popular de construir la libertad y la soberanía en forma cotidiana.
El "ético" Patti fue descubierto, desenmascarado, enjuiciado. Aunque haya podido engañar a gran parte de la sociedad. Aunque algunos aún añoren las épocas donde preferían la libertad con fijador al pelo libre, parafraseando a Pedro y Pablo.
El dueño de la moral fue preso de su condición. Su amoralidad, que no admite inmoralidad, evita la moral. Valga el juego de palabras.
No olvido cuando un sector lo votó y se entabló una lucha sobre si debía asumir o no la banca de diputados. Recuerdo las justificaciones de quienes decían que debía asumir y quienes lo negaban. Recuerdo mis convicciones. Recuerdo las luchas, mis luchas, tus luchas, nuestras luchas.
Pienso en Andrés, en Juan, en Wado, en Victoria. Ni importan donde estén parados ahora. Pienso en su inocencia e identidad robadas. Pienso en los 30001 desaparecidos. Y en este genocida avanzando por la autopista de la democracia que el mismo cerró para correr luego en una Ferrari.
Pienso en sus cómplices de la dictadura militar: Videla, Massera, Agosti, Camps, Suárez Mason, Bignone, Galtieri, El Tigre Acosta. Pienso en sus cómplices de la dictadura social: en Menem, en Duhalde, en Cavallo, en De La Rua, en la Bullrich. Pienso en su Genocidio Social y en que diferencia existe entre ellos y Patti: todos ellos llevan muertos sobre sus espaldas.
Pienso. Porque en este Estado, con este Gobierno, me permiten pensar y no me condenan por ello.
Ni olvido ni perdón.
Las Penas son de los Trabajadores
*Por Jorge Rachid
Parafraseando a Don Atahualpa Yupanqui, “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”, mientras los trabajadores penan, las ganancias son de las ART ya que quienes deberían cuidar el único capital que tienen los trabajadores, que es su salud, se dedican a rechazar accidentes como enfermedades inculpables preexistentes, en vez de apuntalar e invertir junto a las empresas en medidas de higiene y seguridad en el trabajo.
(Nota completa)
*Por Jorge Rachid
27/10 - Mi homenaje en un artículo escrito desde el dolor y el compromiso militante, es un homenaje a la política, a la militancia, la entrega, el compromiso, la memoria de nuestros compañeros y la voluntad de transitar los caminos de nuestro pueblo aún a costa de nosotros mismos como testimonio de entrega y vocación de servicio.
(Nota completa)
*Por Alcira Argumedo
(18/03) En las múltiples y turbulentas discusiones sobre el DNU, es sintomático el silencio acerca de las posibilidades existentes para obtener ingresos fiscales que no provengan del uso de reservas ni de ajustes en despidos, salarios y gasto social.
(Nota completa)
14/09/12 – Un recorrido por las opiniones del universo blogger sobre la marcha y los cacerolazos de este jueves.
(Nota completa)
*Por Hugo Delgado
Algunos pensaron que se acababa el sueño, otros, me incluyo, pensamos en el 2015.
Algunos seguramente no pudieron evitar un orgasmo al pensar que la construcción de estos siete años se derrumbaba con su muerte.
¡Qué equivocados estábamos todos!
¡¡Qué equivocados!!
(Nota completa)
*Por Hugo Delgado
El mismo país, la misma clase media, el mismo terror, el mismo desprecio, que en un tiempo que parecía enterrado en el olvido, sus antepasados de clase sintieron por los migrantes internos que abandonaban la siesta de las provincias para llegar a la capital.
(Nota completa)