Opinión

Organizarnos para ser escuchados
*Por Hugo Delgado
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La Reserva de Santa Catalina es Ley y... Honestamente ¡Parece Mentira!

Es que si observamos a la distancia los muchos escollos que los vecinos preocupados por la conservación de este espacio verde han sorteado realmente su logro es motivo de orgullo y respeto por más de un motivo.

En primer lugar el deleznable papel jugado por la Universidad de La Plata, la que dijo al vender el predio que lo único que le importaba es `la plata`.

Una Casa de Altos estudios que avergonzó con su accionar a todos aquellos defensores de la Universidad Pública, aunque, claro, ¿qué se debería esperar de una “universidad” que es “dueña” de una comunidad aborigen en el norte de nuestro país?

En segundo lugar el monto millonario que se abonó por el terreno para destinarlo a diversas actividades, según el momento en que se planteaba y el interlocutor de turno, pero también por los supuestos intereses ocultos detrás de la empresa que muchos endosan al mismísimo Hugo Moyano. Aunque habida cuenta del resultado de esta pulseada o Hugo Moyano no tiene el poder que dicen que tiene o no tiene el dinero que dicen que tiene o ninguna de ambas cosas, pero en todos los casos las tesis de ciertos sectores que aprovechan cualquier cosa para agitar los fantasmas de la corrupción hacen agua.

En tercer lugar la débil posición que asumió la Universidad Nacional de Lomas de Zamora que evitaba pronunciarse públicamente sobre el tema, pese a que si se realizaba la planta de transferencia iba a tener sus claustros rodeados de basura.

Pero no solo la Universidad hizo mutis por el foro a la hora de reclamar a viva voz. También el gobierno municipal de Jorge Rossi miró para otro lado e incluso descalificó cuanto pudo a los vecinos que reclamaban por la protección de la reserva.

Pese a ello los vecinos avanzaron.

Nunca dejaron de reclamar ser escuchados y atendidos.

En ningún momento se rindieron ante la evidencia visible de estar librando una batalla en extremo desigual.

Y el resultado está a la vista. Apenas ayer mismo (a la hora de salir este número a la calle) el Congreso de la Provincia de Buenos Aires aprobaba la Ley que declara Reserva natural al humedal de Santa catalina y a las más de ochocientas hectáreas que lo rodean.
Un ejemplo de civismo el que nos han brindado estos vecinos.

Una clara enseñanza del ejercicio democrático que nos renueva las energías para seguir creyendo que con la participación, pero por sobre todas las cosas, con la razón se puede cambiar el rumbo de la historia.

No importa que quienes estén del otro lado sean poderosos.

Tampoco importa que parezca que nadie escucha nuestros reclamos.

La insistencia y la conciencia de estos vecinos fue el motor que hoy ha logrado que uno de los pocos espacios verdes de este tipo de la zona sea salvado del cemento, o peor aún, de la basura.
Por lo general el espacio de nuestro editorial está destinado a cubrir lugares necesarios de denuncias y de reclamos. Algunas veces incluso en estos años lo usamos como tribuna para denunciar arbitrariedades en el tema Santa catalina. Pero debo confesar que es agradable escribir, al menos de vez en cuando, líneas que puedan rescatar un triunfo popular tan claro e inobjetable.

Estamos a meses de un nuevo proceso electoral y esta Ley de defensa de Santa Catalina debe servirnos para reflexionar sobre el valor que tiene, no solo el ejercicio de nuestros derechos cívicos, sino también el conocimiento y la relación con nuestros representantes, los legisladores.
Muchos chicos van a ir por primera vez en octubre a manifestar con su voto su preferencia o simpatía por un sector o un candidato.

Ellos deben tomar conciencia de la importancia de ese voto al igual que los legisladores deberían tomar conciencia de la importancia de escuchar los reclamos de sus electores.

Sin dudas que jornadas como esta encienden una luz de esperanza en las instituciones.

 
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