Editorial

Cuatro años es menos que nada
*Por Hugo Delgado
direccion@elnuevopueblo.info



Parece mentira que ya hayan pasado cuatro años.
Parece mentira que una propuesta como la de El Pueblo Nuevo haya atravesado cuatro años y además lo haya hecho creciendo.
Es que es poco frecuente encontrar ejemplos de periodismo honesto, profundo, independiente y comprometido, aún en la prensa comercial local.
Honesto porque desde el Pueblo... Jamás optamos por la postura fácil que como una trampa caza bobos anos pone todo el tiempo la realidad. Nunca en estos cuatro años hemos huido una opinión por más que esta nos haya costado perder anunciantes como nos lo ha costado.
Honesto porque nuestros lectores siempre saben que es lo que se piensa desde el diario, sin que por eso sea cercenada la opinión de quien piensa en contrario.
Profundo porque no nos tiembla el pulso cuando hay que adoptar posiciones que van a contrapelo de lo que parece opinar la mayoría; porque no nos importa que la máquina de etiquetar de la “opinión pública mediocre” nos rotule con algunos de sus “ismos” preparados para quienes no acceden a la extorsión de la “moda editorial”.
Profundo porque no accedemos a llenar nuestro espacio de papel con contenidos superficiales que llamen a la evasión y la sonrisa vacía de contenidos.
Independiente porque no caemos en la trampa que pretende imponer la maquinaria de opinión única que establece que solo la crítica es sinónimo de independencia. Desde El Pueblo Nuevo creemos firmemente que se puede coincidir con grupos, sectores y gobiernos sin por eso perder la independencia de criterios. De hecho creemos que criticar por criticar, solo para demostrar que somos capaces de hacerlo es perder la independencia de criterio que establece que el costo de una opinión favorable es una buena acción.
Nos negamos en la práctica, sin declamarlo, a actuar de acuerdo a las presiones de sectores interesados en que se muestre una realidad distorsionada.
Tal vez lo que con más claridad refleje esto es el hecho de que en ningún momento nos rotulamos como hacedores de “periodismo independiente” lisa y llanamente porque creemos que no existe otra manera de hacer periodismo que con independencia y que el solo hecho de expresarlo es una muestra de las dudas al respecto.
Comprometido, si, sin dudarlo. Comprometido con los grandes valores que los maestros del periodismo han expresado, más que en las palabras en los hechos.
Comprometidos con los pobres, con los desposeídos, con los sometidos y humillados, con los débiles.
Comprometidos con aquellos a quienes por años se ha cercenado su más elemental derecho de ser humano, el derecho a expresarse y a vivir dignamente.
Parciales a partir de ese compromiso, porque no nos tragamos la porquería del periodismo imparcial y objetivo.
No somos ni imparciales ni objetivos, lo más que logramos ser, y solo a veces, es ecuánimes.
No podemos ni queremos ni aceptamos hacer un periodismo que se niegue a tomar partido. Creemos que es necesario que los periodistas se involucren, se ensucien los pies de realidad, se jueguen más allá de posturas mezquinas que cuidan la pauta publicitaria por encima de la verdad.
En El Pueblo Nuevo siempre, siempre, tomamos partido por quienes creemos que tienen la razón, parciales, y empeñamos toda nuestra capacidad subjetiva en apoyar a quienes creemos tienen la razón.
Lo hacemos sin dudar y siguiendo el claro ejemplo del casi centenar de periodistas y trabajadores de prensa que pagaron con su desaparición ese empeño de reflejar la voz y la opinión de quienes suelen ser despojados de ella.
Lo hacemos con placer y convicción, en la certeza de estar haciendo lo correcto todas y cada una de las veces que emprendemos la tarea de reflejar eso que algunos llaman “causas pérdidas” porque creemos, como las Madres, esas Madres y Abuelas que hemos adoptado que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”.
Nosotros no claudicamos, no olvidamos, no mentimos ni permitimos que se mienta en nuestro nombre.
Tenemos valores, tenemos principios. Tenemos memoria y archivo y tal vez por eso entre muchas otras cosas más somos bastante predecibles en cuanto al lugar que ocupamos y las ideas que defendemos. Pero esto no es casual, debe ser así.
Esa postura es parte de la honestidad y transparencia que no predicamos, sino que ejercemos.
Gracias a todos por acompañarnos estos cuatro años y parafraseando al poeta: “muchas gracias amigos y enemigos.

 
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