Opinión

Latinoamericanos

*Por Mariela González

Pienso en 7 de mis 8 bisabuelos inmigrantes que llegaron a la Argentina corridos por el hambre de la Europa de la pre guerra. Pienso en la Argentina de principios del siglo XX. Una Argentina con profundas desigualdades sociales, con una democracia enclenque, con una ley educativa que recién daba sus primeros pasos. Pienso en los sueños de esos inmigrantes que a fuerza de embrutecerse trabajando en condiciones miserables, lograron que muchos de sus hijos estudiaran en la Universidad Pública, si, esa que desde la reforma de 1918 hasta acá, pagamos todos. Pienso en el mito de la Argentina pujante construida en torno a esa inmigración europea. Pienso que Buenos Aires recibió a esa enorme masa de pobres con los brazos abiertos... Eran los pobres europeos... Pienso, también, que mientras se construía ese mito, miles de compatriotas, surgidos de la Argentina profunda, iban cayendo desterrados al olvido. La Argentina mestiza, latinoamericana, india, morocha, negra, no tuvo las oportunidades que tuvieron aquellos inmigrantes de progresar social y económicamente. Curioso olvido de la memoria colectiva... la política estatal que fomentaba la inmigración otorgaba facilidades a quienes vinieran a radicarse a nuestro país. Tierras a bajísimo costo o gratuitas para quienes quisieran radicarse en el interior, y créditos para el acceso a la vivienda para quienes con muchísimo esfuerzo, resolvieran quedarse en Buenos Aires. Olvido curioso pero no casual. La mayoría de nosotros, creció escuchando hablar de los abuelos laburantes pero en ningún lado nos explicaron por qué la oportunidad que tuvieron los abuelos, no la tuvieron nuestros hermanos jujeños o salteños, criollos, tobas o wichis que representaban esa Argentina que la clase dirigente se empecinaba en blanquear con mas tesón que Michael Jackson...

Cuando en los años 40 el peronismo fomentó el desarrollo industrial en el primer cordón de la provincia de Buenos Aires, muchos trabajadores del interior, se trasladaron en búsqueda de mejores oportunidades. El gorilaje construyó entonces un nuevo mito. A diferencia de la inmigración europea que llegó para mejorar nuestro país, la migración interna, constituyó un aluvión zoológico que llenó de villas miseria el conurbano. Desde su profundo antiperonismo, no advierten que las villas miseria surgieron tras la caída del peronismo cuando los obreros fueron perdiendo a fuerza de palos, cada una de las conquistas que habían ganado con el gobierno popular. En los últimos días, estos debates que parecían aletargados, demostraron seguir vigentes y cobraron nuevos bríos. Azorada escuché las palabras de un ignorante hijo de inmigrantes de ojos azules (perdón, en este caso debí decir de extranjeros porque suena mas cheto, no?) que insultaba a los hermanos bolivianos. Vi el accionar de una policía que no tiene correlación con los postulados de nuestro gobierno nacional. Vi una y mil veces como las cámaras del gorigopolio insistían en fogonear una guerra de pobres contra pobres. Vi como la violencia se robaba tres vidas, y vi, porque era demasiado evidente, la sombra de los hilos que el titiritero de Lomas de Zamora ya no puede ocultar. Quizá porque la ecuación es conocida: patota sindical + barrabrava = duhaldismo. El enano fascista argento, que además de fascista es sordo, ciego y pelotudo esta enardecido. Aterrado por temor a que los pobres terminen tomando Parque Centenario o Plaza Las Heras, el enano no ve las causas profundas que desataron el conflicto. No ve los hilos del titiritero. No ve la mano de la mafia que se mueve a través del padrino. Claro que hay mafias! Por supuesto!, pero el enano no puede diferenciar víctimas de victimarios. Los dueños de las mafias no necesitan ocupar espacios públicos para vivir. Por el contrario, viven de las necesidades de los otros. En su sordera, el enano construye otra falacia, la que dice que "¿por qué a esta gente hay que regalarle la tierra y la vivienda si yo no tengo vivienda propia?". Con la mano en el corazón, no escuché a ningún ocupante pedir que se les regale nada. Quienes hoy pagan 1200 pesos por una tapera en una villa, están pidiendo una vivienda digna que están dispuestos a pagar con su trabajo. Igual que hicieron nuestros bisabuelos para salir de los conventillos que nada tendrían que envidiarle a las villas de hoy... Hay sobrados ejemplos en todo el país de comunidades bolivianas que han comprado sus tierras comunitariamente, en una demostración de conservación de las prácticas ancestrales que nosotros dejamos en el camino.
Quiero dejar en claro que estoy en contra de la toma de las tierras del Parque Indoamericano, pero entiendo de desesperaciones ajenas y creo que hay que encontrarles solución en forma urgente. A través del camino del diálogo, del consenso, del respeto por la dignidad del otro.
El día internacional de los derechos humanos, nuestra presidenta demostró una vez más, que su pensamiento va muy por delante de la media inteligencia del ser nacional. Con una humildad que no tuvo el hijo de inmigrantes de ojos azules, pidió disculpas al pueblo boliviano, pidió abrir la cabeza y el corazón, creó un ministerio de seguridad poniendo al frente a una mujer, reafirmó su compromiso con los derechos humanos negándose a dar la orden de reprimir a los eternamente reprimidos por la pobreza, sin especulación electoral salió a rebatir todos y cada uno de los argumentos con los que el hijo de inmigrantes de ojos azules salió a juntar votos, porque no esta dispuesta a que nuestro país ingrese al club de países xenófobos de nuestro planeta.

El titiritero de Lomas se refriega las manos y reclama seguridad argumentando que en su gobierno no hubo ni un muerto, lo cual demuestra que además de cínico piensa que no tenemos memoria... Kosteki y Santillán fueron asesinados en junio de 2002... Esta vez el titiritero se va a quedar con las ganas. Cristina no está sola en sus convicciones. Somos muchos los que estamos dispuestos a acompañarla día a día en la construcción de una Argentina mas justa y mas igualitaria, somos millones los que sentimos que todavía es posible construir la Patria Grande con la que soñaron San Martín y Bolívar, los que sentimos el orgullo de ser LATINOAMERICANOS.

 
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