Opinión
El enemigo está adentro
*Por Pedro Bieger
La crisis económica en Europa le ha permitido crecer a casi todos los partidos de la extrema derecha. Sus consignas son simplistas y combinan un discurso nacionalista con una retórica contra los organismos financieros internacionales y los inmigrantes. Grecia no es la excepción. Por imperativo de la Unión Europea este país cambió gran parte de su estructura productiva.
Los economistas neoliberales le explicaron a los griegos que sus costos de producción eran altos y que no lograban los adecuados niveles de competitividad, especialmente en la agricultura. Los gobernantes griegos aceptaron las recomendaciones/imposiciones y unas sesenta mil pequeñas empresas cerraron desde el año 2009 llevando la desocupación al 18 por ciento.
Como si esto fuera poco ahora el tomate que se sirve en la mesa proviene de Marruecos y el aceite de oliva que consumen proviene de España o Portugal porque el mejor se exporta.
“Yo no soy racista -dice el taxista al ingresar en el barrio Agios Penteleímona- pero en este barrio no se puede caminar porque está lleno de inmigrantes. ¿Para que vienen? ¿Por qué no se vuelven a sus países?”, pregunta sin esperar respuesta. El barrio, conocido por sus edificios neoclásicos y la tradicional presencia de los partidos de derecha está en decadencia y ahora está poblado por inmigrantes del este europeo, afganos, paquistaníes y africanos.
Para muchos de ellos Grecia es la entrada a “Europa”, pero otros se quedan. María Kanellopoulou es una actriz muy conocida en Grecia que además es consejera municipal por el partido de izquierda Synaspismos y recomienda una recorrida por el barrio para conocerlo mejor. Aquí ya ha habido varios ataques contra inmigrantes realizados por jóvenes que pertenecen a los movimientos de extrema derecha y que han encontrado un blanco fácil para su odio político y racial. Jóvenes desocupados contra los más débiles, los inmigrantes.
Desde la alcaldía de Atenas para el barrio esbozan proyectos que ya han dado resultados en otros países. Se arreglan los edificios, se abren bares, restaurantes o teatros para que luego los alquileres se vayan a las nubes y los inmigrantes se van por “propia voluntad”. Eso, si antes no estalla el odio racista. En la coalición de gobierno liderada por un “tecnócrata” ya hay un partido de extrema derecha por primera vez desde el fin de la dictadura en 1974. Y las encuestas indican que su influencia crece y crece. Desocupación y extrema derecha son un cóctel explosivo. La historia de Europa puede dar fe de ello.
Las Penas son de los Trabajadores
*Por Jorge Rachid
Parafraseando a Don Atahualpa Yupanqui, “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”, mientras los trabajadores penan, las ganancias son de las ART ya que quienes deberían cuidar el único capital que tienen los trabajadores, que es su salud, se dedican a rechazar accidentes como enfermedades inculpables preexistentes, en vez de apuntalar e invertir junto a las empresas en medidas de higiene y seguridad en el trabajo.
(Nota completa)
*Por Jorge Rachid
27/10 - Mi homenaje en un artículo escrito desde el dolor y el compromiso militante, es un homenaje a la política, a la militancia, la entrega, el compromiso, la memoria de nuestros compañeros y la voluntad de transitar los caminos de nuestro pueblo aún a costa de nosotros mismos como testimonio de entrega y vocación de servicio.
(Nota completa)
*Por Alcira Argumedo
(18/03) En las múltiples y turbulentas discusiones sobre el DNU, es sintomático el silencio acerca de las posibilidades existentes para obtener ingresos fiscales que no provengan del uso de reservas ni de ajustes en despidos, salarios y gasto social.
(Nota completa)
14/09/12 – Un recorrido por las opiniones del universo blogger sobre la marcha y los cacerolazos de este jueves.
(Nota completa)
*Por Hugo Delgado
Algunos pensaron que se acababa el sueño, otros, me incluyo, pensamos en el 2015.
Algunos seguramente no pudieron evitar un orgasmo al pensar que la construcción de estos siete años se derrumbaba con su muerte.
¡Qué equivocados estábamos todos!
¡¡Qué equivocados!!
(Nota completa)
*Por Hugo Delgado
El mismo país, la misma clase media, el mismo terror, el mismo desprecio, que en un tiempo que parecía enterrado en el olvido, sus antepasados de clase sintieron por los migrantes internos que abandonaban la siesta de las provincias para llegar a la capital.
(Nota completa)