Opinión
Del ilusorio gen egoísta al carácter cooperativo del genoma humano
* Por Leonardo Boff
Los tiempos de crisis del sistema como los que vivimos favorecen una revisión de conceptos y el ánimo para proyectar otros mundos posibles que hagan realidad lo que Paulo Freire llamó lo "inédito viable”.
Es sabido que el sistema capitalista imperante en el mundo es consumista, visceralmente egoísta y depredador de la naturaleza. Está llevando a toda la humanidad a un impasse pues ha creado una doble injusticia: ecológica, por haber devastado la naturaleza, y social, por haber generado una inmensa desigualdad social. Simplificando, aunque no tanto, podríamos decir que la humanidad se divide entre aquellas minorías que comen hasta hartarse y aquellas minorías que se alimentan insuficientemente. Si en este momento quisiéramos universalizar el tipo de consumo de los países ricos para toda la humanidad, necesitaríamos por lo menos tres Tierras iguales a la actual.
Este sistema pretendió encontrar su base científica en la investigación del zoólogo británico Richard Dawkins que hace treinta y seis años escribió su famoso El gen egoísta (1976). La nueva biología genética ha demostrado que ese gen egoísta es ilusorio, porque los genes no existen aislados, constituyen un sistema de interdependencias formando el genoma humano, que obedece a tres principios básicos de la biología: la cooperación, la comunicación y la creatividad. Es, por lo tanto, lo opuesto al gen egoísta. Esto es lo que han demostrado nombres notables de la nueva biología como la premio Nobel Barbara McClintock, J. Bauer, C. Woese y otros. Bauer denunció que la teoría del gen egoísta de Dawkins «no se funda en ningún dato empírico». O peor, «sirvió de justificación biopsicológica para legitimar el orden económico anglonorteamericano» individualista e imperial (Das kooperative Gen, 2008, p.153).
De esto se deriva que si queremos conseguir un modo de vida sostenible y justo para todos los pueblos, aquellos que consumen mucho deben reducir drásticamente sus niveles de consumo. Esto no se conseguirá sin una fuerte cooperación, solidaridad y una clara autolimitación.
Detengámonos en esta última, la autolimitación, pues es una de las más difíciles de alcanzar debido al predominio del consumismo, difundido en todas las clases sociales. La autolimitación implica una renuncia necesaria para respetar a la Madre Tierra, para tutelar los intereses colectivos y para promover una cultura de la sencillez voluntaria. No se trata de no consumir, sino de consumir de forma sobria, solidaria y responsable con nuestros semejantes, con toda la comunidad de vida y con las generaciones futuras, que también deben consumir.
La limitación es, además, un principio cosmológico y ecológico. El universo se desarrolla partir de dos fuerzas que siempre se autolimitan: las fuerzas de expansión y las fuerzas de contracción. Sin ese límite interno, la creatividad cesaría y seríamos aplastados por la contracción. En la naturaleza funciona el mismo principio. Las bacterias, por ejemplo, si no se limitasen entre sí y una de ellas perdiese los límites, en muy poco tiempo ocuparían todo el planeta desequilibrando la biosfera. Los ecosistemas garantizan su sostenibilidad por la limitación de los seres entre sí, permitiendo que todos puedan coexistir.
Pues bien, para salir de la actual crisis necesitamos sobre todo reforzar la cooperación de todos con todos, la comunicación entre todas las culturas y gran creatividad para diseñar un nuevo paradigma de civilización. Hay que dar un adiós definitivo al individualismo que sobredimensionó el "ego" en detrimento del "nosotros", que incluye no sólo a los seres humanos sino a toda la comunidad de vida, a la Tierra y al propio universo.
* Teólogo de la liberación, brasileño de 66 años, fue una de las voces a las que el pontificado de Juan Pablo II obligó al silencio tras un proceso dirigido por el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Las Penas son de los Trabajadores
*Por Jorge Rachid
Parafraseando a Don Atahualpa Yupanqui, “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”, mientras los trabajadores penan, las ganancias son de las ART ya que quienes deberían cuidar el único capital que tienen los trabajadores, que es su salud, se dedican a rechazar accidentes como enfermedades inculpables preexistentes, en vez de apuntalar e invertir junto a las empresas en medidas de higiene y seguridad en el trabajo.
(Nota completa)
*Por Jorge Rachid
27/10 - Mi homenaje en un artículo escrito desde el dolor y el compromiso militante, es un homenaje a la política, a la militancia, la entrega, el compromiso, la memoria de nuestros compañeros y la voluntad de transitar los caminos de nuestro pueblo aún a costa de nosotros mismos como testimonio de entrega y vocación de servicio.
(Nota completa)
*Por Alcira Argumedo
(18/03) En las múltiples y turbulentas discusiones sobre el DNU, es sintomático el silencio acerca de las posibilidades existentes para obtener ingresos fiscales que no provengan del uso de reservas ni de ajustes en despidos, salarios y gasto social.
(Nota completa)
14/09/12 – Un recorrido por las opiniones del universo blogger sobre la marcha y los cacerolazos de este jueves.
(Nota completa)
*Por Hugo Delgado
Algunos pensaron que se acababa el sueño, otros, me incluyo, pensamos en el 2015.
Algunos seguramente no pudieron evitar un orgasmo al pensar que la construcción de estos siete años se derrumbaba con su muerte.
¡Qué equivocados estábamos todos!
¡¡Qué equivocados!!
(Nota completa)
*Por Hugo Delgado
El mismo país, la misma clase media, el mismo terror, el mismo desprecio, que en un tiempo que parecía enterrado en el olvido, sus antepasados de clase sintieron por los migrantes internos que abandonaban la siesta de las provincias para llegar a la capital.
(Nota completa)