Opinión


Recuperar el patrimonio

*Por Hugo Delgado


Un rasgo distintivo en nuestra Nación durante años fue el carácter solidario de los fondos de retiro, o jubilaciones.

Este carácter solidario era el que generaba a través del aporte de todos los trabajadores los fondos para pagar el retiro de aquellos que habían aportado toda su vida.

La entrega del patrimonio nacional durante el gobierno justicialista de Carlos Menem, incluyó también la entrega de este patrimonio, la seguridad de nuestros mayores.

Cuando se implementó la ley de jubilación privada, se pasó casi compulsivamente a los trabajadores a este sistema por sobre el de reparto, poniendo engorrosos trámites burocráticos a quienes deseaban quedarse en el sistema solidario.

Así muchos funcionarios menemistas aprovecharon para poner un kiosquito y crear su propia AFJP.

En este sistema, copiado del norteamericano, el capital de retiro de los trabajadores era el que lograban acumular, al que había (en la práctica) que restarle los negocios perdidosos de las AFJP más los gastos de administración.

Las estafas fueron muchas, aunque los grandes montos que estas empresas ponían en publicidad lograron evitar que llegaran a los medios. Uno de ellos, el más común, era el que permitía a los dueños de las administradoras invertir en la ruleta de la bolsa el dinero de sus afiliados y si la jugada daba resultados el dinero ganado quedaba para ellos, pero si había pérdidas las pasaban como inversión de afiliados (hay varias causas contra ejecutivos de AFJP por este modus operandi).

En pleno carnaval menemista, los comunicadores del sistema y la comparsa de turno no dejaban de llenarse la boca con la incapacidad del estado para administrar todo tipo de empresas o fondos y las bondades de la administración privada. En el tema jubilaciones se cuidaban muy bien de comentar que, por ejemplo y como ya está empezando a pasar, cuando los jubilados del sistema privado se quedaran sin ahorros el estado se iba a tener que encargar de pagarles el seguro de retiro (aunque, claro, este monto es menor del que les hubiera correspondido de seguir en el sistema de reparto y nadie se atrevía (o muy pocos en realidad) a poner en dudas la honestidad de estas empresas y su garantía para velar por la seguridad de nuestros mayores.

Hoy la Presidenta Cristina Fernández anunció la presentación ante el Congreso nacional de la ley que firmará la defunción definitiva de las jubilaciones privadas.

Algunos neomenemistas (aunque de lo más variopinto) señalan con el mismo argumento que usaba el caudillete riojano que el estado no es capaz de administrar esos fondos. Desde otros sectores se dice que el gobierno se apropiará de los fondos de los jubilados.

Lo cierto es que las AFJP y el sistema privado de retiros han demostrado más que claramente que es no solo ineficaz sino confiscatorio de los ahorros de nuestros mayores.

Una forma más de rapiñar los recursos de los argentinos por parte de los sectores que se han llevado todo.

Esperemos que de una vez por todas volvamos al criterio racional que dice que los hombres no son ni más honestos ni menos por ser parte de a administración gubernamental o la gestión privada, pero que cuando un recurso es administrado por un sector privado, ese sector se lleva una lógica y obvia tajada que como en este caso suele ser la parte del león.

 
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