Que dice la UNLP sobre la venta de la Reserva de Santa Catalina?

LA UNLP CRECE:
la venta de tierras improductivas permite construir dos nuevas facultades


Fuente: www.unlp.edu.ar

Serán para Humanidades y Psicología, donde cursan 20 mil alumnos. También se comprará un campo productivo de 900 hectáreas para la actividad universitaria. Se hará con lo producido de la venta de 307 hectáreas de nula utilidad académica y científica en el predio de Santa Catalina, en el partido de Lomas de Zamora. Otras 350 hectáreas seguirán siendo destinadas a la docencia e investigación.


El proceso que culminó con la venta de 307 hectáreas en Lomas de Zamora, que la Universidad no utilizaba, constituye un paso más en el Plan de optimización de los recursos patrimoniales de la UNLP. Los fondos permitirán comprar un campo, adecuado y necesario para las prácticas académicas de las Facultades de Ciencias Agrarias y Forestales y Ciencias Veterinarias, y empezar a construir las nuevas Facultades de Humanidades y Psicología -que utilizan 20 mil alumnos- en el Sector Bosque Norte (ex BIM III), entre otras obras. La iniciativa fue impulsada por las Unidades Académicas, avalada por el Consejo Superior, y cumplió con todas las exigencias previstas para su venta en las normas de la administración pública. La disposición municipal protege al predio de toda actividad con riesgo ambiental.
La Universidad Nacional de La Plata logró en estos años un crecimiento sostenido y planificado de su patrimonio inmobiliario y en particular edilicio, para mejorar los espacios y las posibilidades de estudiar, de investigar y de vincularse con la sociedad. Estas obras forman parte de un plan tan ambicioso como necesario que incorporó o recuperó 100.000 m2 de la superficie construida que tenía la UNLP en el año 2004.

Este proceso, anclado en el Plan Estratégico impulsado por el Presidente Gustavo Azpiazu, también incluyó una actualización y regularización del estado patrimonial y de dominio de todos los inmuebles de la UNLP
De esta manera se obtuvo un completo panorama de las existencias patrimoniales de la UNLP, su utilidad, su real valor económico y la potencialidad académica. En ese contexto, y a partir de los requerimientos planteados desde las Facultades de Ciencias Agrarias y Ciencias Veterinarias, se inició el proceso que culminaría en la venta de una porción de las hectáreas comprendidas en el complejo de Santa Catalina, ubicado en Lomas de Zamora.
Esa propiedad de la UNLP tiene un total de 668 hectáreas y pertenece a esta Casa de Estudios Superiores desde su fundación, en 1905. Luego de un pormenorizado estudio y posterior consulta a todos los Decanos, las autoridades elevaron al Consejo Superior de la UNLP la propuesta para la venta de 307 hectáreas improductivas de ese complejo, con el objetivo específico de reinvertir los recursos obtenidos por esa operación en actividades académicas y de investigación, a partir de mejorar y ampliar la infraestructura de cuatro Facultades: Ciencias Agrarias y Forestales, Ciencias Veterinarias (que administran ese predio), Humanidades y Psicología, incluyendo la puesta en valor del sector histórico de Santa Catalina.
La Universidad se quedará con las 359 hectáreas restantes. Como se sabe, en ese sector funcionan el Instituto Fitotécnico, la Reserva Micológica Carlos Spegazzini y el desarrollo productivo de tambo de Agronomía y Veterinaria, además de otros Institutos.

Mejor actividad académica y científica

La actividad científica y académica de las Facultades de Ciencias Veterinarias y Ciencias Agrarias y Forestales se continuará desarrollando en el predio de Santa Catalina ya que los terrenos que se pusieron a la venta no estaban siendo utilizados por ser improductivos para el desarrollo de los proyectos de docencia e investigación de estas Facultades.
Estos terrenos han dejado de constituir un área rural propiamente dicha, puesto que se encuentran rodeados de asentamientos urbanos, aumentando notablemente los riesgos de intrusión y generando permanentes condiciones de inseguridad, tanto para el personal de ambas Facultades como para su patrimonio.
Las propias Unidades Académicas mencionadas son las encargadas de administrar el predio en el que vienen trabajando desde la fundación de la Universidad. El Director de Administración de Bienes de la UNLP, Ingeniero Orlando Maiola, resaltó que “las dos Facultades han tenido procesos de acreditación que remarcaron en forma clara la necesidad de efectuar mejoras y ampliaciones en sus respectivas sedes centrales y unidades de docencia, investigación y extensión”.
A los fines de cumplir o satisfacer los proyectos académicos, los Decanos de ambas Facultades solicitaron que con lo producido de la venta se compre un establecimiento agropecuario que sirva para la producción agrícola, forestal, bovina, ovina, porcina y avícola para completar la actividad académica y científica. Además mencionan la necesidad de reinvertir en el sector histórico de Santa Catalina, con parte de lo producido con la transacción y en infraestructura en las Facultades, como por ejemplo, en la Escuela de Bosques.

Para cumplir con ese cometido, la UNLP ejerció su derecho a vender este predio, inadecuado para el uso requerido y reutilizar los recursos obtenidos. El vicedecano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, el Ing. Agr. Roberto Balbuena, sostuvo que “no se está regalando ese predio, lo que se hace es vender una parcela con claros fines patrimoniales, para que la Universidad reinvierta ese dinero. Además, se trata de una zona insegura, donde no solamente se producen intrusiones en forma permanente, sino que incluso hemos sufrido ataques armados. Es un sector de muy alto riesgo”.
La Institución de Educación Superior debe resguardar la seguridad de sus alumnos. Desde la Facultad de Ciencias Veterinarias se plantea la dificultad de cumplir con este objetivo en el predio vendido. Su decano, el Dr. Edgardo Nosetto, remarcó que “al ser una zona insegura resulta casi imposible trasladarnos allí con los alumnos. Además, existen medidas de bioseguridad que nos complican para trabajar con ellos en ese predio. Por otro lado, necesitamos un campo que represente las características de las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires, y los terrenos vendidos nos las tienen. Una parte de los recursos obtenidos se utilizarán para refacciones en los edificios de Veterinarias y de Agronomía, ya que tenemos problemas de gas, de electricidad y en los techos”.

“Patrimonio por patrimonio”

El Consejo Superior de la UNLP determinó el destino del dinero obtenido con la transacción. Por un lado, se está gestionando la compra de un campo de aproximadamente 900 hectáreas, ubicado en la zona de influencia de las Facultades de Veterinarias y Agronomía, destinado al uso académico y de formación de estudiantes de las carreras que allí se cursan. Con esto se busca ampliar considerablemente el número de hectáreas para la práctica y para la experimentación en esas disciplinas.
Además de la adquisición del campo, parte del dinero obtenido por la venta de la parcela, ubicada a más de 50 kilómetros de la sede de la Presidencia de la UNLP, se usará para financiar uno de los proyectos más esperados por la comunidad universitaria: la primera etapa de la construcción de los nuevos edificios de la Facultades de Humanidades y Psicología en el inmueble que pertenecía al antiguo Batallón de Infantería Mecanizada nº III (ex BIM III), en el límite entre La Plata y Ensenada, y que será utilizado por más de 20.000 alumnos que cursan las carreras dictadas por esas dos Unidades Académicas.

La Decana de la Facultad de Psicología, Edith Pérez, destacó que esta venta está basada en una lógica de “patrimonio por patrimonio. Parte del dinero se utilizará para construir la primera etapa del edifico de nuestra Facultad. Tendrá una superficie de 4.500 metros cuadrados, con un aula que podrá albergar a 1.000 alumnos del primer año, además de otras aulas grandes, una sala de informática y, posiblemente, una biblioteca”.
Estos recursos también se destinarán a la construcción en el Bosque Norte, de la nueva sede de La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Su decana, Ana María Barletta afirmó que “hoy existe una desproporción significativa entre los recursos administrativos y de gestión y los docentes, los estudiantes y los metros cuadrados útiles, si tenemos en cuenta que cerca de 20.000 alumnos de grado -incluidos Psicología y Derecho con los que se comparten instalaciones- circulan en forma constante por un espacio calculado en cerca de 12.000 m2. De aquí surge la necesidad imperiosa de contar con un nuevo edificio y de buscar recursos para lograrlo”.

Transparencia y legitimidad

La UNLP ejerció su legítimo derecho de vender los terrenos conocidos como “potreros de la laguna” y el procedimiento legal se cumplió en todos sus aspectos, empezando con la aprobación de la venta por parte del Consejo Superior. En este sentido, el Prosecretario de Asuntos Jurídicos y Legales, Julio Mazzotta, explicó que “en 1905, cuando nace la UNLP, la Provincia de Buenos Aires le cede a la Casa de Estudios, entre otras propiedades, el predio de Santa Catalina, ubicado en el partido de Lomas de Zamora. A partir de la modificación de la Constitución Argentina de 1994, por medio de la autonomía que se manifiesta a las universidades nacionales, se determina que quien decide la compra o la venta de inmuebles es el Consejo Superior de las mismas”. Así, la potestad de comprar o vender bienes emana del artículo 23 del Estatuto de la UNLP y del artículo 113 inciso “a” que dice: “Constituyen el patrimonio de la Universidad los bienes, cualquiera sea su naturaleza, que forman parte de su actual patrimonio y los que ingresen al mismo por cualquier título”.
La venta de las 307 hectáreas se realizó mediante licitación pública nacional, tal como lo prevén las leyes que rigen la administración oficial. Durante el proceso fueron adquiridos 4 pliegos, aunque finalmente se presentaron dos oferentes. La tasación oficial del Banco Nación fue de 32 millones de pesos. Ese monto fue ofertado por uno de los interesados que resultó ser el adjudicatario, mientras que la oferta restante apenas alcanzó el 50% de la tasación oficial determinada por la entidad crediticia oficial.

Usos del predio

El destino que se le dará a los terrenos vendidos por la UNLP estará determinado por las habilitaciones emanadas de la Municipalidad de Lomas de Zamora, a partir de su propio ordenamiento urbano previsto en las correspondientes ordenanzas municipales. Al respecto, el Presidente de la UNLP, arquitecto Gustavo Azpiazu, explicó que “las hectáreas que se venden están afectadas por ordenanzas de la Municipalidad de Lomas de Zamora, por las que se las consagra como Espacio Verde Público. Cuando se realizó la licitación, se dejó constancia en el pliego que la venta se efectuaba con esa restricción municipal. Además, en el boleto de compra/venta se hizo constar la misma circunstancia”. Las Ordenanzas en cuestión son la 3861, la 3933 y sus modificatorias, que categorizan al inmueble vendido como Espacio Verde Público y no lo habilitan para una actividad alternativa.
La zonificación no depende de la UNLP, sino de la Municipalidad de Lomas de Zamora. Esta establece con claridad la imposibilidad de instalar allí un basural, una planta de reciclado u otro emprendimiento de riesgo ambiental. Un cambio en la categorización de uso, sólo puede hacerlo el Consejo Deliberante, por medio de una nueva Ordenanza.

Las Cavas

Otro aspecto complejo en la gestión del predio de Santa Catalina – que nada tiene que ver con el predio vendido- es la zona de cavas, formadas hace más de 40 años luego de la construcción de obras viales en la región y que ocupa unas 10 hectáreas. También corre riesgos permanentes de intrusiones, incendios o asentamientos ilegales. Dado que el personal de la UNLP no puede controlar el vertido ilegal de basura, se realizaron contratos de locación con empresas que estuvieran en los puntos de acceso al sector de cavas, para evitar el relleno clandestino.
Con la finalidad de proteger y recuperar en particular el sector de cavas, la Universidad propició convenios con el municipio de Lomas de Zamora (año 2000) y otras entidades. Algunos debieron dejarse sin efecto en razón de la existencia de informes técnicos relativos a la falta de cumplimiento de los mismos. Ante denuncias concretas de contaminación que afectaren la salud humana, la Universidad realizó los estudios correspondientes. Así mismo se realizaron gestiones a los fines de obtener los recursos económicos que permitieran el saneamiento y recuperación total del sector de cavas, lo cual demanda una fuerte inversión.
Uno de los contratos vigentes es con una firma dedicada al reciclado de vidrio y el otro es con una empresa cementera. Las actividades que allí realizan están sujetas a las disposiciones provinciales y municipales y para ello las empresas deben someterse a los requisitos exigidos por las autoridades de esas jurisdicciones. El dinero obtenido de esos alquileres se reinvierte en el sector histórico (solamente el arreglo del techo del tambo le costó a la Universidad alrededor de 400 mil pesos). El mantenimiento en general de una construcción de las características del Casco Histórico de Santa Catalina es sumamente oneroso.
Con la decisión de alquilar la zona de las cavas se logró el múltiple propósito de brindar seguridad, obtener recursos económicos y proteger ese sector. A pesar de que el cumplimiento de normativas ambientales y habilitaciones, como así también el poder de policía ecológica, no es una función ni responsabilidad propia de la Universidad, existen en los contratos cláusulas expresas por las cuales las empresas deben obtener en un plazo preestablecido las autorizaciones y habilitaciones municipales, provinciales y nacionales para su funcionamiento. Además, el sector en cuestión está zonificado municipalmente como Zona de Usos Específicos lo que significa que cualquier uso que se le quiera dar también debe estar autorizado por el Municipio de Lomas de Zamora.

 
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