La urgencia de la Ley de Medios

16/09/13-.Los abusos de los medios locales, que niegan e invisibilizan las actividades de sectores que les caen antipáticos, que caen antipáticos a sus anunciantes o que lisa y llanamente no abonan un canon por la publicación de su nota, generando un relato parcial de la realidad, sesgado, y debe ser quebrado si deseamos una sociedad y una comunicación democráticas.

Reporte Brown ha cumplido hace pocos días su sexto mes de ediciones impresas.

Nuestro medio, humilde en sus valores económicos, conciente de sus limitaciones, solo aspira a ser una opción de lectura válida a todos los lectores. Y cuando decimos todos los lectores, nos referimos a todos los actores de la sociedad.

Nuestro objetivo no es ser un medio que cotice su tapa en la bolsita berreta de valores de los despachos brownianos, sino en un diario que refleje desde su portada los principales hechos de la realidad cotidiana del distrito y eso, paradójicamente, se ha vuelto algo revolucionario en su esencia.

Volvemos con nuestro diario al ejercicio real del periodismo, ese que según Ricardo Horvart ha muerto, asesinado por Clarín y La Nación, pero también, agregaremos nosotros por cada periodista trucho que es capaz de mentir descaradamente por media docena de billetes.

Cotejamos fuentes; comparamos versiones; cubrimos las actividades; escribimos nuestras notas intentando ser fieles al idioma español que hablamos; usamos mayúsculas, minúsculas, acentos, y todas esas cosas raras que se deberían utilizar en un medio de comunicación.

Intentamos cubrir todas las actividades que se realizan, poniendo el acento en garantizar la pluralidad de contenidos.

Así muchos vecinos se habrán enterado que, al menos para un medio, en Almirante Brown existen mucho más que el partido oficialista de turno y habrá visto en nuestra tapa a referentes locales, provinciales y nacionales de todos los sectores, no porque hayan pagado para estar allí, sino porque realmente la entidad de su presencia o su actividad justificó ese lugar.

Pero no solo en estos pequeños detalles se queda nuestro medio que, reiteramos, desde su reconocida humildad sabe de sus limitaciones, sino que además intentamos que todo nuestro contenido demuestre el respeto que tenemos hacia los lectores.

Lo hacemos en las notas, que intentamos no sean una mancha borrosa y deformada lo suficientemente grande como para intentar disimular la falta de texto, y lo hacemos desde los textos, escritos dignamente, cumpliendo, o intentando hacerlo cuando menos, las normas de sintaxis, y respetando eso que alguna vez se conoció como “estilo”.

Pero no solo los sectores políticos son beneficiarios de este nuevo medio.

También lo son los hinchas de clubes del distrito como Claypole y San Martín de Burzaco, que hasta la aparición de Reporte rara vez ocupaban las páginas de un diario, y a quien pretenda decir lo contrario lo invito a mostrar, no mucho, tres fotos de ambos clubes publicadas en algún medio gráfico distrital.

Porque cubrir periodísticamente a los clubes pequeños es invertir infraestructura que difícilmente se logra recuperar en el plano económico, pero que debe ser equilibrado con otros ingresos, porque si hablamos de informar a los vecinos de Almirante Brown, debemos reflejar lo que pasa en el municipio y no lo que hacen quienes pagan para ser publicados.

Pero no queda allí la importancia de una ley que permita la pluralidad de voces, sino que evita de manera indiscutible que los medios puedan convertirse en verdaderos extorsionadores a través del relato único de la realidad.

Y es que de eso se trata, de la existencia de los medios de comunicación suficientes para garantizar que ningún actor pueda construir la realidad desde su visión deformada, ya sea por una cuestión ideológica o comercial.

Y no es menor esto último, ya que si no existe una opción de contrainformación la realidad la digita el único actor en escena y entonces la realidad pasa a ser la versión intencionada de la realidad que ese actor quiera escribir.

Desde Reporte, a todos aquellos que nos siguen, a todos aquellos que de a poco están aprendiendo a conocernos, informamos que nuestro medio llegó para quedarse, y que la etapa actual es solo la primera etapa de desarrollo, y que el futuro incluye no pocas modificaciones a esta actualidad. Desde ampliar mucho más la distribución, hoy en día Reporte es el único diario que puede comprarse en kioscos, hasta ampliar los márgenes de contenidos.

Sabemos que es una etapa difícil, una construcción difícil, pero sabemos también que lentamente todos los sectores democráticos iran comprendiendo la importancia de un diario que responda a patrones informativos y actuarán en consecuencia.

Finalmente comprometemos ante nuestros lectores un modo de acción que tiene que ver con valores éticos y morales y que garantizan que desde Reporte no se criticará a ningún actor para que “ponga un aviso” y el ejemplo más claro al respecto es que el nuestro es el único medio que no posee pautas oficiales, y no por eso ha salido a criticar al municipio o a mentir sobre cuestiones atinentes al Intendente Municipal.

Es decir, nos planteamos realizar un medio que se maneje con parámetros distintos a los que rigen a los medios preexistentes con la certeza que más temprano que tarde todos los actores de la sociedad aprenderán a exigir lo mismo de todos los medios, como ya lo han empezado a hacer muchos lectores a lo ancho y largo del distrito y sus alrededores.

 
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