*Por Eduardo Román Di Cola*
En Japón, con tan
solo una superficie equivalente al doble de la provincia de Córdoba y una
población de 165 millones de habitantes, hay instaladas 2500 antenas iguales a
las 2 que clausuró el Gobernador De la Sota.
En nuestro
país sin conflictos y mirando el interés de los ciudadanos de las
distintas provincias, son 70 las antenas que prestan su servicio sin
inconvenientes.
El absurdo es tan
evidente que desde el sentido común es indefendible.
En este marco no
resulta extraño que desde Córdoba afirmen que se trata de un “atropello” de la
nación, manifestándose “sorprendidos” como si la construcción de una antena de
80 mts pudiera pasar desapercibida y construida entre gallos y medianoche.
Se hacen los distraídos
ocultando que la antena de Río Cuarto fue levantada con la autorización
correspondiente en un predio de la Provincia, en donde hay importantes
instalaciones afectadas al servicio que presta la Empresa
Provincial de Energía Eléctrica (EPEC). Terreno que por otra parte además de no
tratarse de un espacio abandonado, está sujeto al control de entradas y
salidas.
Naturalmente que
detrás de la mentira, De la Sota defiende otros intereses a costa del
pluralismo y del propio interés de los cordobeses.
*Diputado Nacional (MC)