¡Todos somos Evo Morales!

*Por Hugo Delgado

04/07/13-.La acción de las supuestas democracias europeas que prohibieron al avión presidencial boliviano atravezar su espacio aéreo demuestra la visión etnocentrista, no solo de algunos países europeos, sino también de sus alcahuetes locales.

El Martes a la noche, un par de horas antes que El Reino de España; El Reino Unido de Gran Bretaña, Portugal y Francia negaran el derecho que su investidura otorga al Presidente de la República Plurinacional de Bolivia, desde la barra de la izquierda del gremio prensa se acusaba de “bolivianos” y se pedía la “presencia del INADI” en la asamblea del gremio que elegía su junta electoral.
¿Cuál es el motivo de traer esta triste anécdota a la palestra?
Simplemente que por izquierda y derecha se muestra el etnocentrismo criollo, una posición que en India, cuando luchaba contra el imperio inglés por su independencia se denominó cipayismo.
La vergonzosa actitud del embajador español atribuyéndose una suerte de autoridad policíaca sobre el presidente de una nación soberana debería ser tomada con más seriedad por propios y ajenos. Una actitud despreciable del representante de una nación que no tiene nada de democrática. En principio porque se trata de una monarquía, en segundo lugar porque, pese a negarlo, el monarca se cree con derecho a ordenar silencio a los siervos de sus colonias (como lo hizo con Hugo Chávez en aquella famosa cumbre iberoamericana) y finalmente porque lo demuestra a diario en cada protesta popular reprimiendola a palo limpio.
Sin embargo, y pese a que nadie puede imaginar la reacción si la acción fuese a la inversa, es decir, si se pretendiera violar la inmunidad de un país europeo en América Latina.
Ante tamaña insolencia inmediatamente los lamebotas (o comemierdas, como los denominan sabiamente los cubanos) hubieran salido a expresar su indignación por el acto de barbarie.
¿Qué nos pasa?
¿Qué les pasa a quienes ya no tienen ni siquiera pudor en demostrar lo serviles que son al servicio del imperio?
Las personas de bien, los verdaderos demócratas, aquellos que eligen la libertad deberían hoy estar protestando por estos hechos.
Quienes miren para otro lado deberán hacerse cargo en el futuro.

 
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